VOLTEA
FUNDACIÓN MAPFRE | CONSULTORÍA CULTURAL | INNOVACIÓN EDUCATIVA
«Voltea es mucho más que una propuesta educativa; es una invitación a descubrir el arte con ojos nuevos. Diseñado por BOOM Estudio para la Fundación MAPFRE, este proyecto híbrido —físico y digital— convierte el museo en un espacio vivo, abierto a la experimentación, el juego y la expresión creativa.
DESAFÍO
¿Cómo convertir un museo en un espacio de experimentación y descubrimiento? Fundación MAPFRE buscaba una propuesta educativa fresca, diseñada para visitas familiares e intergeneracionales, capaz de despertar la curiosidad y el pensamiento crítico de niños, jóvenes y familias.
El reto no era solo ofrecer contenidos pedagógicos para distintos niveles de aprendizaje, sino hacerlo a través de una experiencia dinámica y flexible, donde el arte se descubriera mediante el juego y la creatividad.
BOOM Estudio asumió el desafío con una visión clara: desdibujar los límites del museo y transformarlo en un laboratorio en el que cada visitante pueda interpretar, interactuar y construir sus propios significados. Una experiencia viva, en la que la emoción y la exploración transformen la visita más tradicional al Museo.
ESTRATEGIA
Con un equipo interdisciplinar de pedagogos, historiadoras del arte, editores y diseñadores, Voltea ha sido diseñado para adaptarse a diferentes públicos, desde estudiantes de primaria hasta secundaria y familias, asegurando que cada visita sea una experiencia personalizada, divertida y profundamente significativa.
Voltea no solo busca educar, sino establecer una conexión emocional y significativa con el arte, permitiendo que cada visitante trace su propia visión y significado personal. Desde su concepción, el proyecto fue diseñado para romper con los recorridos lineales y ofrecer una experiencia personalizada, donde la reflexión individual y la creatividad guían el aprendizaje.
BOOM Estudio estructuró Voltea como un laboratorio de arte vivo, en el que cada visitante puede explorar, observar y reinterpretar el arte desde su propia perspectiva. El proyecto desdibuja los límites del museo, expandiendo la experiencia más allá de sus paredes. La propuesta se organiza en tres fases interconectadas que permiten que el aprendizaje comience antes de la visita, continúe durante el recorrido y se extienda después, en casa o en el aula.
PROCESO
El animalario de miradas es una caja que contiene 5 máscaras, cada una corresponde a un animal salvaje: la osa, el mono, la perra, el lince y la tigresa. Ilustradas por Isidro Ferrer en una gama cromática amable y sobria. Impresos sobre un soporte rígido, pero liviano que invita a sumergirte con toda tú fantasía a ver el mundo desde otra perspectiva.
ANTES DE LA VISITA
El proceso de descubrimiento comienza antes de poner un pie en el museo. A través de una plataforma digital, los participantes acceden a actividades previas, como mapas visuales, datos históricos o retos de observación que les preparan para conectar mejor con las obras. Este contenido despierta la curiosidad y proporciona las primeras pistas para la experiencia.
DURANTE LA VISITA
El museo se convierte en un espacio de exploración activa y creación. Con mapas físicos llenos de retos y pistas visuales, y mediante contenidos digitales accesibles mediante códigos QR, los visitantes pueden experimentar cada obra de arte de manera diferente. No hay una única manera de recorrer la exposición: cada participante diseña su propio itinerario, donde observar, dibujar, construir y pensar se convierten en las herramientas clave del aprendizaje.
DESPUÉS DE LA VISITA
La experiencia no termina al salir del museo. Voltea ofrece herramientas para consolidar y expandir lo aprendido mediante ejercicios creativos y actividades reflexivas en casa o en el aula. Los participantes reinterpretan lo que vieron, crean collages, esquemas visuales o incluso proyectos colaborativos que prolongan la conexión emocional y el aprendizaje.
«La educación no es llenar un cubo,
sino encender un fuego.»
YEATS
CONTENIDO
El contenido pedagógico está cuidadosamente adaptado para todas las edades. Tanto en primaria como en secundaria, las actividades están diseñadas para estimular la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad de juego. No se trata solo de entender el arte, sino de vivirlo y transformarlo.
El diseño visual y verbal del proyecto refuerza esta idea de descubrimiento continuo. El nombre «Voltea» invita a cambiar de perspectiva y encontrar nuevas interpretaciones, mientras que la identidad gráfica, con colores brillantes y gráficos dinámicos, refleja el carácter lúdico y experimental del proyecto.
PROCESO
El proceso creativo y de desarrollo fue colaborativo, integrando pedagogía, diseño y tecnología. BOOM Estudio trabajó de la mano con pedagogos y expertos en historia del arte para diseñar dinámicas de juego, observación y creación que se integraran en cada fase del proyecto.
El equipo segmentó los contenidos para garantizar que tanto estudiantes de primaria como de secundaria pudieran disfrutar de una experiencia personalizada. Los mapas físicos ofrecen retos visuales y prácticos que guían la interacción con las obras, mientras que los contenidos digitales enriquecen la experiencia mediante preguntas interactivas y datos complementarios.
Durante la producción, se trabajó en una identidad visual coherente y accesible, conectando el diseño físico y digital. La implementación final en el museo fue optimizada mediante pruebas de usuario, asegurando una experiencia fluida y significativa para los visitantes.
RESULTADOS
Voltea ha conseguido que el museo deje de ser un espacio limitado por paredes para convertirse en un entorno expansivo, donde la creatividad y la curiosidad fluyen libremente. Los visitantes han disfrutado de una experiencia en la que jugar, observar y crear son parte del proceso de aprendizaje.
Las actividades han permitido que tanto los estudiantes de primaria como de secundaria construyan significados propios, desarrollando su creatividad y su capacidad para reflexionar sobre el arte. La flexibilidad del modelo, que combina rutas físicas y digitales, ha facilitado la personalización del aprendizaje y el disfrute de la experiencia.
La capacidad de extender la experiencia más allá del museo ha sido uno de los grandes logros de Voltea. Las actividades post-visita han permitido que los estudiantes y docentes trabajen de forma colaborativa, prolongando la conexión emocional y el aprendizaje en nuevos entornos. El modelo es escalable y adaptable a futuras exposiciones, y su integración en los programas educativos de la Fundación MAPFRE lo convierte en una herramienta esencial para su estrategia cultural.